Lo que se siembra se cosecha.
Todo lo que el hombre haga, eso le regresara la vida. Dios puede perdonar el pecado del hombre, pero las consecuencias no la podrá evitar.
Hay cosas que Dios tiene preparadas para ti, pero que por nuestra desobediencia podemos hacer que Dios no nos de las bendiciones que tiene para nosotros, como paso con el rey David. (2da.Samuel 12:1-14)
Dediquemos la vida a Jesús, y en lugar de dedicarnos aquellas cosas que nos pueden destruir, aferrémonos a la misericordia de Dios que puede disminuir las consecuencias de lo que hemos cosechado.
Supliquemos a Dios su misericordia.
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