¡Cuánto te amo, Señor, fuerza mía!
Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida.
Ordenará que sus ángeles te cuiden. Te sostendrán en sus manos para que no tropieces con piedra alguna.
¡Cuánto te amo, Señor, fuerza mía!
Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida.
Ordenará que sus ángeles te cuiden. Te sostendrán en sus manos para que no tropieces con piedra alguna.